Monday, November 28, 2011

Silencio Sor Juana, por Enrique Cortez

Más que metafórico, el silencio para Sor Juana es pragmático, es decir, tiene una significación contextual. Al justificar ante Sor Filotea la demora de su respuesta, la monja le señala que esta tuvo en el silencio un camino, al ser la respuesta una empresa difícil. Pero la dificultad, como demuestra la “Respuesta a Sor Filotea de la Cruz”, no tiene que ver con el discurso, pues este cumple con rigurosidad argumentativa el objetivo de defensa propuesto por Sor Juana; la dificultad refiere al efecto del texto en su auditorio, al poder que exhibe la escritura de una mujer para hacer girar los engranajes de la censura de la época. En consecuencia, la mención del silencio en la “Respuesta” no se presenta como un postulado poetológico, ni debemos inscribirla en la retórica de la falsa modestia; al contrario, es posible prever en la conceptualización del silencio como una metáfora política, la presencia siempre esquiva del efecto del texto en la sociedad. En el siguiente apunte analizaré la manera en que la mención del silencio se construye como metáfora política, pues cuando Sor Juana dice silencio en realidad dice censura.

La elaboración de un concepto es una operación en contra de la pluralidad del sentido de una palabra; es un ejercicio que delimita. Pero esta regulación de la significancia de un término debe construirse discursivamente, más si opera a partir de la metáfora: “Si la he de confesar toda, también es buscar efugios para huir la dificultad de responder, y casi me he determinado a dejarlo al silencio; pero como éste es cosa negativa, aunque explica mucho con el énfasis de no explicar, es necesario ponerle algún breve rótulo para que se entienda lo que se pretende que el silencio diga” (828).

En esta conceptualización, Sor Juana juega con el lugar común “decir nada” y con la noción de énfasis, que aplicada a una palabra, en este caso “silencio”, transforma sus alcances. El énfasis de no decir hace del silencio también una figura lógica y la acerca a la paradoja, que como toda figura indica un más allá del lenguaje.

La defensa de una mujer en términos discursivos genera un sentimiento paradójico en el auditorio. De manera que decir que algo no se puede decir, más que un juego de palabras, apunta a descubrir lugares oscuros del orden cultural; un orden peligrosamente complejo por todo lo que censura cuando el hablante es mujer. Pero, de hecho, Sor Juana no sólo se jugaba una censura discursiva; el peligro de ir contra del sistema era perder la vida con una muerte equivalente a mil muertes. Como ha estudiado Michael Foucault, en aquella época, todo castigo estaba marcado por la idea de ejemplaridad, por lo tanto debía inscribirse en el cuerpo de manera cruel. Los horrores del castigo físico organizan así, bajo la forma de la amenaza, un sistema regulador que no hace pedagogía con un lenguaje directo, sino en la lógica del sobreentendido.

No obstante, el más allá del lenguaje que alude el silencio se expresa en la “Respuesta” como un atento sentido de lo político. En otras palabras, cuando Sor Juana dice silencio nos habla del sistema político mexicano del siglo XVII, como una denuncia de la relación subalterna de esta administración respecto de la Metrópoli: política que censura y hace callar cuando depende del Santo Oficio; silencio o no escritura como reconocimiento del peligroso juego que implica la expresión por parte de Sor Juana.

Pero Sor Juana responde: “Señora mía, sólo responderé que no sé qué responder; sólo agradeceré diciendo que no soy capaz de agradeceros; y diré, por breve rótulo de lo que dejo al silencio, que sólo con la confianza de favorecida y con los valimientos de honrada, me puedo atrever a hablar con vuestra grandeza” (828). Entre las fórmulas de falsa modestia que explican su enunciación y la aparente ignorancia que se atribuye Sor Juana, se ha señalado, algo más importante, el carácter ambiguo del silencio como referencia a un rótulo: posicionamiento figurativo en que se sitúa el discurso débil. En efecto, el camino figurativo, que es el camino de la poesía, en Sor Juana es también vía política, plataforma de defensa, desde donde elabora su discurso muy conciente de que las palabras queman las manos.

Así, después de evocar la fatal ambigüedad del silencio, Sor Juana escribe. Se trata de un acto entrampado en el riesgo epocal y que ella prefiere asumir, consciente de su fatalidad: “Pues ¿cómo me atreviera yo a tomarlo en mis indignas manos, repugnándolo el sexo, la edad y sobre todo las costumbres?” (829). La fatalidad se explica en el hecho de que se trata de la única vía posible. Ambigua, por ello riesgosa, pero inevitable en su caso. Fuera de este trayecto fatal, en que se torna la escritura, la única patria segura es el entendimiento; pero un entendimiento silencioso. Cuando Sor Juana se expresa, cuando destaca como una melodía en medio del ruido (también el ruido del Santo Oficio) solo le queda sufrir. Se trata de un sufrimiento histórico, del cual ni el mismo Cristo pudo escapar: “la sagrada cabeza de Cristo y aquel divino cerebro eran depósito de la sabiduría; y cerebro sabio en el mundo no basta que esté escarnecido, ha de estar también lastimado y maltratado; cabeza que es erario de sabiduría no espere otra corona que de espinas. ¿Cuál guirnalda espera la sabiduría humana si ve la que obtuvo la divina?” (836). En consecuencia, Sor Juana acepta su destino que ya está cifrado. La “Respuesta” se presenta así como un documento de aceptación, pero más que de un juego político de un juego histórico en el que en apariencia, como en la pasión de Cristo, sucumbe lo divino. En apariencia digo, porque cómo la misma Sor Juana reconoce, este sufrimiento, su sacrificio, es su redención.

Abril de 2006

Obras citadas

Cruz, Sor Juana Inés de la. “Respuesta a Sor Filotea de la Cruz.” Obras completas. México: Porrúa, 2004.

Foucault, Michel. Vigilar y castigar. Nacimiento de la prisión. Traducción: Aurelio Garzón del Camino. Buenos Aires: Siglo XXI, 1999.

5 comments:

  1. Gracias Enrique para su análisis sobre la respuesta de Sor Juana a Sor Filotea. Sus puntos eran parte de una discusión entre Maritza y yo porque preguntabamos el intento de la manera Sor Juana dirigía Filotea en su carta. La primera vez que lo leimos, pensabamos que ella escribió con la modestía falsa. Aunque, como tu dices en tu investigación Enrique, en esta epoca, eran consequencias seriosas para personas quién seguimos un camino diferente que la sociedad. Es la verdad que Juana era una revolucionario, con opiniones de las primeras feministas. Pero, pienso que ella realiza también, no hacía mucho progreso para las mujeres si era muerto. Así, ella era suerte en su intelegencia usar sus habilidades a una poeta y escribir sus vistas sociales y politicales en las maneras diferentes. Usaba metáforos y simbolismo para explicar su posición de silencio como una mujer.

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  2. Yo también había pensado que por decir que no decía algo expresaba un tipo de falsa modestia. Pero me gusta este punto que hace Enrique en que por el "silencio" que utiliza Sor Juana en su carta la función no es falsa modestia para nada. La verdad, esta comprensión no me sorprende porque, personalmente, no creo que "modestia" sea una característica de Sor Juana. Por eso tiene todo sentido que su uso de "silencio" tiene más que ver con "censura" que por otro motivo. Me gusta la comparación de la sabiduría humana con la divina porque para mi es importante recordar que la sabiduría viene de nadie más que Dios y por eso Sor Juana le da el crédito.

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  3. Aunque en USA una mujer puede hablar libremente, si un miembro del estado empezara hablar de su favor al Islam, serían consequencias graves para su carrera también. Hay muchas cosas de que se consideran censuradas. Realmente éste ensayo me hace pensar en lo que es irónico y lo es que hoy en día hay mucha censura en la esfera pública y política sobre la religión en este país. No se puede ser demasiado religioso un candidato presidencial pero se tiene que ser Cristiano. Y hay razónes por eso como en aquella poca había razónes por el 'silencio' de Sor Juana.

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  4. No puedo leer Sor Juana y evitar hacer una comparación con la época en que vivimos. Como Audrey expresó, la mujer estadounidense tiene la oportunidad de hablar libremente, pero la de la época de Sor Juana corría el riesgo de estar castigada. De hecho, no sólo las mujeres estaban restringidas sino todo el mundo tenía que tener cuidado con lo que decía. Es difícil para mí imaginar esta realidad. Es interesante lo que Enrique dice del silencio. Yo no había relacionado éste con la censura pero tiene sentido. También es interesante lo que dice de su aceptación: un sufrimiento que ella aceptó para ser más como Cristo, aunque el estudio fue un tipo de salvación de su mente. Lo que me gustaría saber es ¿qué niveles habría llegado si no tuviera estas limitaciones? Podemos incluirnos en esta pregunta. Aunque hoy en día no sufrimos de este tipo de censura, a veces conformamos con las limitaciones que otros sobreponen o, aun peor, las restricciones autoimpuestas.

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  5. Gracias Enrique por el análisis reveladora. Con la perspectiva que me ofreció este análisis me recuerda de una porción del la carta de Sor Filotea en que el obispo dice que “la primera voz que pronunció la Divina fue luz, porque sin claridad no hay voz de sabiduría” (1). Después hace referencia a Cristo y que cuando él “hablaba altísimos misterios entre velos de las parábolas, no se tuvo por admirable en el mundo; y sólo cuando habló claro, mereció la aclamación de saberlo todo” (1). Entonces para ser escuchado se tiene que hablar claro, pero si hablas claro vas a sufrir las consecuencias. Cristo hablo muy claro, y recibió aclamación, y fue ejecutado. Martin Luther King Jr. & Malcom X hablaron muy claro, recibieron aclamación, y fueron ejecutados etc. etc. Sor Juana se preserva por retar las expectativas de la mujer en su época, pero no llevar el asunto pasado de los límites. Este temor de los poderes que gobiernan se encuentra en varios campos. En el teatro de la época, existen entremeses que se burlan del gobierno y la Iglesia pero con límites. En los textos (cuentos y novelas) también existen quejas. Hasta existe unas muy fuertes que se publican anónimas para salvarse la vida la persona que lo escribe. Me encanta que el texto de Sor Juana inspira el pensamiento de los poderes opresivos que existen en nuestro mundo actual porque los hay, y controlan nuestra experiencia del mundo constantemente. De esto estoy claro.

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