Friday, November 25, 2011

La Respuesta de Sor Juana, por Liz Giannone

Sor Juana Inés de la Cruz nació en 1651 en el pueblo San Miguel Nepantla, el cual hoy en día se sitúa en el estado de México. Hoy en día, ella figura como un personaje notable en la historia de México. Es una de las figuras coloniales más ampliamente estudiada por su inteligencia, creatividad y tendencias feministas.

Sor Juana escribió la "Respuesta de la poetisa a la muy ilustre Sor Filotea de la Cruz" en 1691, cuatro años antes de su muerte; (ella menciona que está en un estado de “poca salud” (1) cuando la escribe). La "Respuesta" fue una carta dirigida al arzobispo de Puebla, México (sor Filotea de la Cruz). Esta carta es la respuesta al criticismo que ella recibió del arzobispo suplicándole que dejara de estudiar porque no es “cosa de mujeres”.

El propósito principal de la carta es defender su derecho a dedicarse a los estudios seculares y artísticos, tales como la producción de obras teatrales y poemas. Argumenta a favor del derecho de la mujer en la Nueva España durante la segunda mitad del siglo XVII a cultivarse y desarrollar actividades intelectuales. La carta se transforma en un relato autobiográfico e íntimo, en el cual Sor Juana cuenta cómo llegó a ser la persona que es.

Desde el principio de la carta es evidente la erudición de esta mujer. Sazona su escritura con citas en Latín (se dice que ella sólo tomó 20 lecciones de latín para aprenderlo bien) y menciona pensadores famosos, filósofos, historiadores, eruditos religiosos y científicos. Usar la técnica de citar a otros eruditos le da una cierta autoridad a su carta y le ayuda hacer su caso más fuerte.

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"La respuesta" describe su prematura aptitud para el estudio y como desde una edad muy temprana, le importaba más el saber que el comer. Explica como “abstenía de comer queso, porque [oía] decir que hacia rudos” (3). Ella, además de aprender las labores domésticas que aprendían todas las mujeres durante aquella época, aprendió a leer y escribir a los seis o siete años. Se inclinaba hacia la ciencia y cuando oyó de la universidad de ciencias de México, quería mudarse y cursar estudios universitarios pero su madre no la permitía porque “apenas había tenido tiempo para aprender a hablar “(3). Era muy disciplinada para estudiar y se marcaba una fecha límite para aprender algo con el crecimiento de su cabello. Ella se cortaba seis o siete pulgadas del pelo y si no había cumplido a aprender lo que quería, volvió a cortarlo de nuevo, “en pena de la rudeza” (3). Ella pensaba que no era justo que "estuviese vestida de cabellos una cabeza que estaba tan desnuda de noticias" (3).

Sor Juana explica las razones por las cuales decidió entrar al convento, diciendo que fue “por la total negación que tenía al matrimonio” (3). Ella no quería entrar en un matrimonio y tener la obligación que trae consigo y explica que quería vivir sola. Así que un casamiento con la iglesia le serviría bien.

De ahí, ella relata su estudio de la Sagrada Teología y destaca la importancia de educarse equilibradamente para el bien de la humanidad. Habla de los vínculos interdependientes entre los varios campos de estudio y la teología. Dice que es imposible entender por completo la biblia sin tener conocimiento de los otros estudios como la lógica, la aritmética, la arquitectura, la música y el derecho. “Como sin Geometría se podrán medir el Arca Santa del Testamento y la Cuidad Santa de Jerusalén” (4). De esta manera, destaca los imprescindibles que son todos los estudios y que ella se enfocaba en ellos para ayudarla mejor entender la palabra de Dios. Ella explica la diversidad de sus estudios y dice que nunca tenía una inclinación en particular hacía una materia u otra, sino a todas. Su tiempo en el convento la dejaba tener la libertad de estudiar sin cesar y satisfacer esta sed por el saber.

Ella le agradece a Dios por darle la capacidad intelectual que tiene pero a la vez habla de las desventajas e injusticias de su condición de mujer. Ella propone que las mujeres son muy capaces si no aun más capaces que los hombres al estudiar y formar parte del mundo erudito. Para aumentar su argumento ella enumera muchas mujeres eruditas de lo largo de la mitología griega y latina como Nicostrata y Minerva. Para apoyar su argumento, Sor Juana utiliza el conocimiento de un Doctor Arce “(digno profesor de Escritura por su virtud y letras)” (9). Ella dice que él ha postulado que aunque el leer públicamente y instruir el los pulpitos “no es lícito a las mujeres…el estudiar, escribir y enseñar privadamente, no solo les es lícito, pero muy provechoso y útil” (9). Ella defiende sus estudios pasados y a la vez busca un camino justo y equivalente para sí misma y para todas las mujeres.

Esta carta ejemplifica la escritura criolla/ colonial y nos da un poco de contexto de cómo era la vida y la distribución de poder en aquel entonces. Sor Juana presenta a la inteligencia como un arma que separa los civilizados de los incivilizados. Al hablar de la desigualdad entre hombres y mujeres, dice que “muchos quieren más dejar bárbaras e incultas a sus hijas que no exponerlas a tan notorio peligro como la familiaridad con los hombres” (10). Hemos visto el término bárbaro en muchos de las crónicas del nuevo mundo y bien sabemos cuán “cargada” es la palabra. Es notable que ella hace esta distinción y nos hace darnos cuenta de cuanta pasión tiene ella acerca de la falta de igualdad entre hombres y mujeres.

18 comments:

  1. ¡Bien escrito Liz! Me parece que todas las mujeres en nuestra clase debemos a Sor Juana, la primera feminista americana para los derechos intelectuales de las mujeres, por nuestra habilidad de dedicarnos a nuestros estudios. Ella muestra su saber a través de muchas maneras: su escritura, el uso de latín, su sutileza, su humildad, su experiencia en muchos artes, la mención de gramática, hablar de la retórica de Aristótoles y su conocimiento de otros poetas, intelectuales y mitos griegos. Me noté que como toda la escritura de la época que hemos leído, se refiere como una persona indigna de la atención de la "Sor Filotea" y le escribe con un tono muy respetuoso.

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  2. El comentario de "anonymous" es de Tracy Kosmecki.

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  4. ¡Muy bien Liz! Pimero que nada, me encanta la foto. Es apropiado tener un retrato moderno, como las ideas de Sor Juana representan una lucha moderna: la igualdad de las mujeres. Especialmente en la época en que escribió, el estatus de la mujer nunca podía estar lo de un hombre. Además, en el Renacimiento, la mujer sufría no solo prejuicios sociales (en comparación con el varón), usaban la ciencia para “probar” su inferioridad. Por ejemplo, el médico Juan Huarte (1529-1588) declaró en su libro Examen de ingenios para las ciencias que las mujeres eran naturalmente tontas por su temperatura y el estado acuoso del cuerpo. Mantenía que la condición perfecta para ser inteligente era caliente y seco, “que más conviene a este sexo [los varones]” (244). Continuó decir que las mujeres siempre eran frías y húmedas, entonces nunca podían alcanzar el nivel de inteligencia de un hombre (251). En efecto, la ingenuidad de Sor Juana no solo era una amenaza a los hombres, sino es posible que la viera como un monstruo de la naturaleza. Ella se defendió que no quería el deseo de aprender sino que era por culpa de Dios: “no sé determinar por prenda o castigo me dio el Cielo” (3).

    Me gusta como Liz señala lo del cabello y la comida. Demuestra que no solamente era estudiante sino que el aprendizaje era algo muy profundo para ella. Cambió su vida, su ser para dedicarse a él, hasta que fuera un anuncio público. Liz dijo "Ella pensaba que no era justo que 'estuviese vestida de cabellos una cabeza que estaba tan desnuda de noticias'" (3).
    No puedo imaginar hacer algo drástico para un incentivo de aprender. Como el pelo era la gloria de una mujer según la Biblia (1 Cor 11:15), no fue un acto insignificante cortarlo. No sé lo que equivaldría hoy en día. Era mujer valiente actuar contra las normas y luchar para el derecho de la mujer estudiar y pensar.

    Aprecio su humildad. No dijo que era fácil estudiar y aprender, sino habló de su “inhabilidad” y que “todo este trabajo sufría yo muy gustoso por amor de las letras” (4). Es una inspiración actual para todos, porque empujaba los límites, no por reclamar fama sino por la afinidad.

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  6. Gracias Liz por un muy buen análisis. Lo que más me capto la atención en las carta fue la pasión y capacidad intelectual de Sor Juana. Con respeto a su pasión intelectual, en un momento nos cuenta que le mandaron que “no estudiase” (8) y que ella obedeció, aunque “unos tres meses que duró” (8). Durante estos tres meses, aunque no estudiaba de los libros, se dedicó a; reflexionar, considerar, mirar, admirara y pensar sobre el mundo que la rodea. Es decir, que podían quitarle la forma literaria de aprender pero no le podían quitar la pasión del aprendizaje y su querer de analizar y aprender sobre su mundo externo e interno. Como Liz y compañeras han mencionado, Sor Juana valúa la habilidad de aprender como una necesidad básica para sus existencia (prefiere leer que comer). No sólo esto sino que Sor Juana está dispuesta a sacrificar todo para poder seguir estudiando. En mi opinión, su fortaleza mental y espiritual defina a Sor Juana como una figura revolucionaria.
    Con respeto a su capacidad mental, se puede entender y hasta se puede esperar, que una persona con ciertos; recursos, apoyo, enseñaza y habilidades naturales pueda llegar a obtener la sabiduría de Sor Juana. Pero lo que ella realiza, a la edad que nos cuenta (tres años aprende a leer, 6/7 años quiere asistir a la universidad, etc) esto es pasmoso. El hecho que Sor Juana tuvo un conocimiento profundo de varios disciplinas, desde la música hasta la aritmética, y que su formación se hizo en una manera autodidacta “careciendo de la voz viva y explicación del maestro” (4) sólo magnifica su grandeza. Al final pienso que su pasión de aprender fue la fuerza motriz de su resistencia a los normas sociales y creencias religiosas, pero su capacidad intelectual fue la clave de su habilidad de entrar a un discurso sobre la negación de ésta pasión.

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  7. ¡Buen análisis, Liz! Sor Juana no fue sólo una gran escritora, poeta y defensora de la mujer, sino que su inteligencia intelectual iba aún más allá de lo que se podía esperar de una mujer. En otras palabras, Sor Juana se presenta como toda una científica; incluso, ella dice que las letras (o sea la literatura) no es tanto de su devoción, sino que en ella hay un don único. Un don que la marca, o sea, un don que Dios le ha dado para ser defensora de la mujer. Con tal don, o inteligencia intelectual, Sor Juana desafía el papel masculino. Ese reto se ve claro cuando ella se disfraza de hombre para entrar a la universidad para estudiar derecho y ciencias.
    Dado que su imaginación sobresaliente no era bien vista por muchos, Sor Juana titula su carta “Respuesta de la poetisa a la muy ilustre Sor Filotea de la Cruz”. Creo que el título en sí destaca mucha información del personaje. Por ejemplo, sabemos que la carta va dirigida a el arzobispo de Puebla, y no a una tal “Sor Filotea”. Incluso, al leer la carta, uno puede interpretar un tipo de relación amorosa entre el arzobispo y Sor Juana, o puede que sea una estrategia para defenderse de las críticas.
    Para concluir, la “Respuesta” parece ser una autobiografía de Sor Juana. Una autobiografía de una mujer que no solo lucha por los valores de la mujer, sino que al mismo tiempo reta la inteligencia del hombre, o sea los actos científicos que los hombres estudian en las universidades, dado que ella no fue a la universidad.

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  8. ¡Muy instructivo tu análisis Liz, excelente manera de cerrar el blog de esta clase!

    Yo pienso que el hecho de Sor Juana enfrentarse a los hombres dedicándole alusiones de soberbios y maliciosos, muy poco está dado por ella entrar a considerar diferencias sexuales, sino debido a una consabida realidad de aquella época: sólo los hombres poseen “el permiso” para tener una vida racional tan plena como la sociedad lo permite. Cuando la autora menciona el nombre de otras mujeres virtuosas (que Liz trae muy bien a colación en su análisis) y de cómo fueran éstas aceptadas por la iglesia, establece con rigor un precedente que supuestamente debería librarla de toda traba en su curiosidad intelectual y capacidad creativa. Por eso, y por el hecho de poder tener una conversación abierta con el Arzobispo de Puebla, y aun así una admiración mutua, es posible ver en sus reclamos sólo un reproche a esos hombres que, teniendo toda la autoridad y posibilidad de iluminar la verdad, renuncian aun así a ella y traicionan el contenido de los libros doctos y sagrados. A estos necios, y el daño que logran, ella los culpa y los retrata en su carta: “porque hay muchos que estudian para ignorar, especialmente los que son de ánimos arrogantes, inquietos y soberbios . . . A éstos, más daño les hace el saber que les hiciera el ignorar.”(9) Sin embargo, como mis compañeros de clase han referido, la igualdad sexual es un llamado muy fuerte en la obra de Sor Juana, y creo ver también en esta carta una invocación a una utopía sexual: el ser humano como un todo: la síntesis y desaparición de los estereotipos de ambos géneros en un único(y más sabio) ser: “Si Aristóteles hubiera guisado, mucho más hubiera escrito.”(8)

    De la genialidad de Sor Juana no hay la más mínima duda, fue su talento el de esas personas privilegiadas que nacen una vez cada muchísimos años, pero creo que su ego era aún más impresionante, y quizás fue mucho más decisivo para que la conozcamos hoy. Si Sor Juana tuvo el ingenio de pocos, podemos ver en esta carta que su ego es de los insuperables, aquellos que vienen --como ella misma sospechaba-- directamente de la voluntad de Dios… el de los grandes entre los grandes, enfrentándose a los peligros del poder, el mismo que condenó a Bruno a la hoguera, Moro al cadalzo y Cristo a la cruz.

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  9. Es increíble pensar que una de las primeras feministas del siglo XVII fue una monja católica, quien prefirió el encierro y la soledad de un convento antes de someterse a las obligaciones que traía consigo un matrimonio. Sor Juana Inés de la Cruz, no sólo era una mujer instruida en las ciencias y literatura, pero también tuvo la capacidad de darse cuenta que las mujeres en el siglo XVII no eran más que un objeto que adornaban la vida y las casas de los hombres. Fue su amor a los libros y su deseo de aprender los que le quitaron la venda sobre los ojos así como la que llevaban la mayoría de las mujeres de este siglo. La Respuesta a Sor Filotea de la Cruz es una autobiografía de Sor Juana, en donde deja muy claro que ella no ve el porque las mujeres deben de vivir en la ignorancia mientras los hombres gozan del placer del aprendizaje. En esta carta, Sor Juana no sólo quiso dejar ver que las mujeres eran capaces de encargarse de las obligaciones de un hogar y a la misma vez eran capaces de aprender, pero también explicó las ventajas que esto traería consigo. Por ejemplo, ella explica que si las mujeres tuvieran el permiso de aprender ellas mismas pudieran enseñarles a sus hijas o nietas, y de esta forma evitarían que un hombre extraño entrara en sus casas y tomara ventaja de las doncellas. Las ideas de una sociedad más equilibrada en donde los hombres y las mujeres jugaran un papel importante fue lo que le dio a Sor Juana un irremplazable lugar en la historia.
    Maritza González

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  10. Nos has dado un análisis muy acertado, Liz. Sobre todo me llama mucha atención la sección en la cual mencionas los otros estudios que Sor Juana consideraba importantes. Si pensamos en las filosofías de la época, vemos que el humanismo fue una de las sobresalientes; por eso el enfoque de Sor Juana en los campos de ciencia y geometría, entre otros, me parece muy humanista. Pero como tú dices (y como dice ella misma) los llamados artes liberales eran propios de los hombres, como era casi todo. En este sentido le podemos considerar a Sor Juana como una pionera intelectual y feminista.
    Además de investigar y estudiar constantemente, la monja mexicana también se metió en lo que se puede llamar un discurso sociopolítico. La Respuesta tiene aspectos muy reminiscentes de un juego de ajedrez. Con toda la suavidad y fuerza simultánea de una política, presenta un argumento sumamente sabio y listo. Eso fue, quizás, su mayor “crimen”: denunciar un sistema patriarcal, pero denunciarlo con una finura asombrosa. Tiene todo sentido que el arzobispo se hubiera sentido amenazado por tanta habilidad intelectual de una mujer.

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  11. ¡Gracias para la análisis complete Liz! Tu trabajo está lleno con información interesante y investigada bien. Yo nunca había oído el nombre de Sor Juana hasta esta clase. En mi opinión es un ejemplo de dos cosas. 1) La desconectar entre Los Estados Unidos y su comprensión de la historia de las culturas al dentro de los países en el norte del Europa. 2) Hay un estigma alrededor de las mujeres en/de poder en la historia del mundo.
    En la respuesta de Juana, me pareció interesante que ella tenía la habilidad dirigirse a su acusadora con gracia y también mantiene una posición fuerza en sus convicciones. Es más, Juana actualmente hacía un llamamiento a Sor Filotea de la Cruz a un Sor como si quisiera decir, “Somos hermanos. No debemos pelear, pero debemos apoyar mutamente.” Pero, la mayoría de las personas en la iglesia no compartían la misma vista de Juana, así era difícil convencer sus compañeros. Pienso que una de las cosas ella escribían en su letra a Filotea frases en latín. Me gusta especialmente Ut desint vires, tamen est laudanda voluntas: hac ego contentos, auguror esse Deos. La significa de esta frase básicamente es la fuerza de voluntad es la mas importante del Dios. Era un intento de una conexión entre las mujeres, de Dios, oprimidos por el mundo, compartiendo experiencias, y emocionadas. Es un ejemplo, para mi, de la inteligencia grande a Sor Juana.

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  12. Me gusta los escritos por Sor Juana, debido a su habilidad para usar su intelecto en contra de la lógica de los hombres cultos. Aún más impresionante, a menudo se utiliza la escritura contra la lógica de la iglesia de mantener a las mujeres sin educación.

    Lo más confuso parte para mí acerca de su decisión de ser monja, que defiende en este obra, es que el matrimonio tendría en realidad le convenía mejor. Ella fue cortejado por los ricos y la realeza. Ella tenía acceso a los hombres bien educados, pero también tuvo acceso a las mujeres bien educadas, así, a quien se hizo amiga de ella. Los deberes de mujer de la cocina, limpieza, cuidado de los niños, no preocupan a su tiempo. Aunque este no es el foro correcto, sólo quería decir que su decisión de convertirse en una monja es una de las pocas cosas que ella no defiende bien.

    En cuanto a su escritura, ella escogió un medio formal para justificar su educación. Había otras formas en las que se podría haber expresado y justificado a las mujeres a una audiencia más amplia. Por lo general, una carta escrita al rey no encontrar su camino de ser publicados rápidamente. Su carta fue uno íntimo en el que narra su experiencia personal para formar más de una alegoría de las mujeres en todas partes. A pesar de su carta parece ser una reprensión dura lo que realmente es una carta a alguien Sor Juana considera un amigo.

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  13. Gracias por suanálisis, Liz. Me parece lógico lo que escribiste.
    Sé que ya mencionó Liz un poco acerca de este asunto, pero ¿Qué piensen Uds. del uso del latín en esta obra? En mi opinion añade un cierto tono. A veces entiendo por el poco (pero muy poco) que estudiaba yo el latín en la primaria y en la universidad. Otras veces me resulta obvio por el contexto. De vez en cuando explica inmediatamente después de la cita el significado. Sin embargo, no entiendo todo el latín que usa. Por ejemplo en el primer página “Minorem spei, maiorem benefacti gloriam pereunt” traté de traducirla: Minorem = minor, spei?, maiorem = mayor, benefacti = beneficios, pereunt = 3ra persona plural activo indicativo del verbo pereo = desaparecer???
    Como ven mi dominio del latín no es sufficiente, pero según el libro Sister Juana Inés de la Cruz por Pamela Kirk Rappaport 2005, Minorem spei, maiorem benefacti gloriam pereunt es una cita de Quintiliano y quiere decir ”Hope produces minor glories, benefits greater ones” bueno en un mundo perfecto me gustaría poder darles una traduction correcta de todos los latinismos de la obra, quiás sí voy a hacerlo en mi obra final, pero aqui no puedo.

    Otra cosa que me llamó la attención era cuan logico era su argumento de Sor Juana en cuanto a o si o no deben hablar las mujeres en la iglesia. (espero que entiendo= “Mulier in silentio discat”. Dice que quiere decir que o 1) las mujeres no deben hablar en publico, pero sí pueden estudiar en privado, o 2) que no deben ni hablar ni estudiar en publico ni en privado, y da muchos ejemplos de mujeres que estudiaban y no les fue prohibido de la iglesia, y algunos se hicieron santas aun.
    Interesante ¿No? En mi iglesia las mujeres puede hablar, y hablan mucho (probablemente más que los hombres)

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    1. https://books.google.com.co/books?id=8cCIcUaEznYC&pg=PA178&lpg=PA178&dq=minorem+spei+maiorem+benefacti+gloriam+pereunt&source=bl&ots=GPBuA07NHL&sig=h91pK9syNfLoWKNZU6dMXEu18ck&hl=es-419&sa=X&ved=0CDUQ6AEwBGoVChMI7paI-sqCyQIVQismCh21mwbw#v=onepage&q=minorem%20spei%20maiorem%20benefacti%20gloriam%20pereunt&f=false Analisis del texto de sor juana ines en "la Respuesta". Está en inglés pero perfectamente explicadas las locuciones latinas.

      :)

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  14. ¡Qué resumen excelente! Me encuentro pensando mucho en el último párrafo que se trata de la distribución del poder en esta época que creo es un tema bien importante para mejor comprender el magnitud de los logros de Sor Juana. Ahora asociamos más el poder con el logro de ciertos recursos monetarios o puestos de trabajo que una educación tal vez porque ahora todos teoréticamente tienen el derecho de conseguir una educación, pero en la época de Sor Juana al ser no educado significaba que no entendieras las funciones del mundo y de la sociedad. En aquel tiempo este desbalance de acceso a sistemas de educación se basaba en rasgos inalterables tales como de pertenecer de una familia noble o de un cierto nivel de estatus económico, de ser un hombre o de pertenecer a la iglesia y la Sor Juana sabía eso y manipuló el sistema para asegurar que no fuera condenada a una vida predeterminada sin propósito. Como bien notó Liz, Sor Juana se presentaba la inteligencia como un arma que distinguiera los civilizados de los barbaros y tal vez por allí venga la intensidad y el marcado feminismo de su obra.

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  15. Lo que creo es interesante de la repuesta de Sor Juana y la carta de Sor Filotea es que el escritor de la carta a Sor Juana no fue una monja sino el obispo de Puebla. Eso veo como contradictorio de los virtudes cristianos, que un obispo podría escribir una carta a una compañera baja un nombre falso. Es casi mentir, algo que un buen cristiano no debería hacer, especialmente cuando persona dicha está regañando a la otra persona por ser no tan bueno cristiano. Creo que la repuesta de Sor Juana fue la manera mejor en que una persona podría contestar. La carta del obispo casi expone que Sor Juana debería estar más pasiva y vocal, y la repuesta de Sor Juana fue describir su camino en la vida y expresar que fue el dios que dio a ella su curiosidad y para no usarlo podría ser más contra dios que una mujer vocal.

    Jonathan Salfen

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  16. Me parece que ella fuera una mujer de aquel tiempo que tuviera una mente más del porvenir. Había mucho riesgo en compartir ciertas ideas o retar lo que había el estándar de la dicha época. Requiere que alguien sabe algo de la Biblia para entender ciertas citas como lo que había escrito por Pablo. Creo que los demás hoy en día no reconocen el hecho que mucho de las ciencias y los más eruditos que fueron partes de los cambios de progreso eran parte de la santa fe (si los católicos dejan incluir los protestantes sobre este título). Me confuso porque había tanto problema para una mujer estudiar. Uno debe preguntar a sí mismo, ¿Era esto parte de la voluntad de Dios que las mujeres no podían estudiar o solamente lo había así por el temor de hombres por cualquier razón? Me hace pensar en eso cuando yo leo de la historia e imagino cómo se verá el mundo en el futuro. Nuestra sor Juana retó al status quo para desafiar los puntos de vista de aquel tiempo y ayudó a iniciar el movimiento de igualdad humana.

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  17. Ya nacer mujer no era algo muy halagador que digamos. Era, más bien, nacer con todas las de perder. Era llevar consigo una vida dedicada al silencio y al desdén de las esquinas más humeantes de una casa. Nacer mujer, en los albores mexicanos del siglo XVII, significaba ser parte de aquel recóndito paladín del catolicismo. Espacio donde la vida femenina se reducía al buen hilvanar y al rezo diario. Un nacimiento femenino, bajo el telón del barroco XVII, no pasaba de ser una noticia del corriente. Más que digo del corriente, habría sido una de esas noticias que no hacían mella alguna en el cotidiano ir y venir de una sociedad patriarcal como en la que la niña Juana Inés de Asbaje y Ramírez de Santillana vio la luz un 12 de noviembre de 1651.
    Aprendió a sufrir entre las hojas de la literatura y comenzó su andar firme entre las quejas más inútiles de aquellos y de aquellas que veían en su prosa el desacato a las buenas costumbres eclesiásticas. Sor Juana creció entre espinas y su literatura supo del amor más sincero y profundo que pudo salir de una rosa joven dedicada a la pasión. Su carta a Sor Filotea, cubre y descubre la esencia más digna de Sor Juana, aquella que contuvo su henchir vivo hasta los últimos momentos de su vida. En dicha carta, como bellamente ha expresado Liz, Sor Juana abre todo un abanico de quereres para decir que la vida nos es a todos por igual, donde la mujer tenga el reconocimiento que por naturaleza le es propio y que su andar sea tan sosegado y tranquilo como el de los arroyos en primavera. Una carta que dirige al obispo de Puebla, Manuel Fernández de Santa Cruz, a quien trata con el nombre de Filotea, para evitar compromisos desagradables que pudieran surgir en caso de que la misiva no llegase a su destino.
    En ella le va la vida toda. Es la carta la fuerza de muchos años de sufrimientos, la llave de tantas rejas de enclaustramiento. Es la querella que mima y endereza el torcido rumbo donde han abandonado a las mujeres a su suerte con solo un delgado cabo que les ata y les arrastra por aguas que sirven de tumbas.
    Finjamos que soy feliz,
    triste pensamiento, un rato;
    quizá podréis persuadirme,
    aunque yo sé lo contrario,…
    Sor Juana pide perdón, pero es uno de esos que llevan las lágrimas atadas que aunque no se dejen ver, bañan toda una emoción contenida en una porción de verdad que bien supo acariciar durante su vida; “…Perdonad, Señora mía, la digresión que me arrebató la fuerza de la verdad; […] y casi me he determinado a dejarlo al silencio; pero como éste es cosa negativa, aunque explica mucho con el énfasis de no explicar, es necesario ponerle algún breve rótulo para que se entienda lo que se pretende que el silencio diga;…”. Y “rompe” el venerado silencio con una desgarradora carta que habla por todas las mujeres, porque Sor Juana fue, para consideración de muchos, una pro feminista que estuvo allí, donde los hombres hicieron todo lo posible por restarle la valerosa importancia que se había labrado con sus dedicadas horas de trabajo arduo y vital. No pretendo ubicarla en un solo lado, quizá como a muchos place, ella fue de todo y de todos por igual, la más fructífera sierva de hombres y mujeres, y de Dios.

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