Sufrimiento, padecimiento, pena y dolor, malestar y mala suerte y sorpresa son las palabras que surgen en mi mente al analizar esta obra. Creo que ante de todo la palabra de Naufragios es sufrimiento, porque realmente Cabeza de Vaca y los demás sufrieron -murieron casi todos.
Este es mi muy verdadero análisis de Naufragios de Alvar Nuñez Cabeza de Vaca. Mientras leía Naufragios hallé varios puntos importantes. Primero: Cuando pensamos en conquistadores o exploradores pensamos en mucha gente a caballo y/o muchos soldados con armas, navíos que traen muchas cosas necesarias por la expedición. Y esos soldados bajo el mando de un(os) héroe(s) esclavizan los indios o si no, los matan, los gobiernan, someten al poder de Dios, la Iglesia, La Corona, los líderes de la expedición (que es lo mismo) etcétera. Al contrario lo que vemos desde muy pronto son soldados (pueden ser soldados), son seres aparentemente frágiles. Es cierto que tenían que combatir a los indios, pero es obvio que no tenían los recursos disponibles para darles batalla. Tenían que tratar a los indios como iguales o bien superiores. Por ejemplo, los indios tomaron dos de los españoles y ellos dos de los indios, pero los indios trataron de escapar; los de tribu o lo que sea, el grupo de indios no dejaron salir a los dos cristianos.
Fue muy pronto en el relato que los españoles perdieron el barco en la noche y quedaron en la playa desnudos Y débiles. Al amanecer los indios iban a luchar con ellos pero por hallarles en esta condición empezaron a ayudarles a ellos. Al día siguiente les trajeron comida [mientras tanto, sabiendo que los navíos partieron para la Florida, me preguntaba ¿Dónde están ahora? Repetidas veces.]
Aunque no he sido capaz de seguir el hilo de la historia en cuanto al número de navíos que había o por qué iban algunos en tierra y algunos en barco. Sí entendí que perdieron los navíos uno después del otro por el mal tiempo, y que Cabeza de Vaca se perdió en la tierra. Esta es una historia de sufrimiento grande. Cuantas veces dijo, Cabeza de Vaca, que no tenía que comer por días enteros. Llegó al punto que comía paja con uno de las tribus. Comía muchas tunas y bebía el zumo, etc. También parece ser de mucha importancia el agua dulce. Me sorprendió que hablaba a menudo del frio porque imaginaba que estaban en la Florida y ¿no hace calor en todos los estaciones del año en la Florida? Imaginaba que la isla de Mal Hado debe ser un isla como Cayo Hueso.
Otra cosa interesante es que Cabeza de Vaca escapó de los indios y trabajo como alguien quien sana por medio de la fe. Mucho del relato explica como los indios creían que podía curarlos y cuanto le pagaban por hacerlo. Parecía ser cierto según Cabeza de Vaca explica, pero ¿qué piensan? Sanaba a los indios. Me parece que los indios sufrían tanto como él. No sé porque creían en él. Era interesante que todos los indios quisieran tocarlo como si eso fuera suficiente para sanarlos. Eso me hizo recordar a Jesucristo y la mujer que se sanó por solo tocar el borde de su manto.
A veces interrumpe el curso de su narrativa para explicar acerca delos indios de aquella tierra. En el Capitulo 24 nos explica de sus costumbres y en el Capitulo 26 de las naciones y lenguas. Dice que había aprendido seis de sus lenguas pero no era suficiente para comunicarse siempre, porque había mil lenguas o más.
También me impresiono cuanto vocabulario nuevo había en el texto, he buscado muchas palabras en el diccionario.
Es interesante que cuando llegaron los otros españoles, los indios no parecieran tener miedo de ellos, o bien rehusaron obedecerles. Ni siquiera creían que Cabeza de Vaca y sus compañeros fueran del mismo origen. No creían tampoco que eran del mismo origen. Les explicaban así, “A los cristianos les pesaba de esto, y hacían que su lengua les dijese que nosotros éramos de ellos mismos, y nos habíamos perdido mucho tiempo había, y que éramos gente de poca suerte y valor, y que ellos eran los señores de aquella tierra, a quien habían de obedecer y servir. Mas todo esto los indios tenían en muy poco o nada de lo que les decían; antes, unos con otros entre sí platicaban, diciendo que los cristianos mentían, porque nosotros veníamos de donde salía el sol, y ellos donde se pone; y que nosotros sanábamos los enfermos y ellos mataban los que estaban sanos; y que nosotros veníamos desnudos y descalzos, y ellos vestidos y en caballos y con lanzas; y que nosotros no teníamos codicia de ninguna cosa, antes todo cuanto nos daban tornábamos luego a dar, y con nada nos quedábamos, y los otros no tenían otro fin sino robar todo cuanto hallaban, y nunca daban nada a nadie.”(102-103)
Cabeza de Vaca y sus tres compañeros son los cuatro que sobrevivieran de todos los que fueron allí.
Dice al final Cabeza de Vaca de los cuatro que sobrevivieron “El primero es Alonso del Castillo Maldonado, natural de Salamanca, hijo del doctor Castillo y de doña Aldonza Maldonado. El segundo es Andrés Dorantes, hijo de Pablo Dorantes, natural de Béjar y vecino de Gibraleón. El tercero es Álvar Núñez Cabeza de Vaca, hijo de Francisco de Vera y nieto de Pedro de Vera, el que ganó a Canaria, y su madre se llamaba doña Teresa Cabeza de Vaca, natural de Jerez de la Frontera. El cuarto se llama Estebanico; es negro alárabe, natural de Azamor.” (115)